Valencia y Amsterdam en rumbo hacia la movilidad sostenible:
En un esfuerzo por abordar los desafíos del tráfico motorizado y promover la movilidad sostenible, varias ciudades europeas han recurrido a los Fondos Europeos del Desarrollo Regional (FEDER) para implementar proyectos innovadores. Tanto València como Ámsterdam han sido pioneras en esta iniciativa, cada una con enfoques distintos pero igualmente efectivos.
En Valencia, el «Anillo Verde Metropolitano» ha surgido como una solución integral para enfrentar la congestión vial, los accidentes y la contaminación atmosférica. Concretamente, el área de Mobilitat Sostenible ha planificado proyectos de carriles bici que suman «una inversión total de 11.415.272,93 euros y que, cuando estén ejecutados, dotarán a la red de la ciudad con casi 200 kilómetros de infraestructura ciclista». De este plan, ya se han ejecutado 8,5 millones con 64 nuevos kilómetros de viales ciclistas. La inversión global de 11,4 millones, subrayan las mismas fuentes, está financiada al 50,3% con fondos de Europa, con un total de 5.744.851,46 euros. De estas subvenciones europeas, 2.879.982,08 de euros corresponden a Fondos FEDER concedidos a través de diversas convocatorias y organismos como la Conselleria de Política Territorial, el IVACE y el IDAE. Mientras que el resto, 2.864.869,38 euros, corresponde a los Fondos Next Generation de la Unión Europea.
Este anillo ciclista atraviesa el casco antiguo, conectando y mejorando la red ciclista preexistente. Además de promover la movilidad en bicicleta, se han implementado medidas como la reducción de la velocidad máxima en el interior de la ciudad y la ampliación de cruces peatonales y aceras.
Los resultados han sido notables, con más de 2 millones de personas utilizando el anillo ciclista entre 2017 y 2019. Este éxito ha sido reconocido con premios como el Primer Premio de la Semana Europea de la Movilidad en 2017, destacando el impacto positivo en la promoción de la movilidad sostenible.
Por otro lado, Ámsterdam ha experimentado un fuerte crecimiento en el ciclismo urbano, lo que ha llevado a las autoridades a adoptar medidas adicionales para apoyar este medio de transporte. A través del Plan Ciclista de Largo Plazo, financiado también por los FEDER, se planea la construcción de más ciclovías y estacionamientos para bicicletas. El 25% de los fondos se destinará a la construcción de 15 km de ciclovías, mientras que el 75% restante se utilizará para crear 40.000 estacionamientos para bicicletas, algunos de ellos subterráneos para mejorar la accesibilidad y el desplazamiento en las calles.
Según las autoridades competentes, el aumento del uso de la bicicleta en Ámsterdam ha resultado en un ahorro significativo en transporte público e infraestructuras para automóviles.
Estos proyectos ejemplifican cómo la inversión de los Fondos Europeos del Desarrollo Regional puede catalizar la movilidad sostenible en las ciudades, mejorando la calidad de vida de la ciudadanía y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Tanto en València como en Ámsterdam, la combinación de infraestructuras adecuadas y políticas de movilidad inteligentes ha allanado el camino hacia un futuro más verde y habitable.